Orden Franciscana Seglar


San Francisco fundó tres Ordenes: Hermanos Menores (franciscanos), Damas Pobres ( clarisas) y Tercera Orden ( mas de cuatrocientas congregaciones de religiosos/as y seglares (terciarios franciscanos) todos ellos forman la Familia Franciscana.

En el seno de la Familia Franciscana, tiene un puesto peculiar la Orden Franciscana Secular (O.F.S.), la cual como expresa su Regla ( Art. 2) y las Constituciones Generales (Art. 1,3), es una "orgánica unión de todas las fraternidades católicas esparcidas en el mundo y abiertas a todos los seglares en las cuales los hermanos y hermanas, impulsados por el Espíritu a alcanzar la perfección del amor en su propio estado secular, se comprometen mediante la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco según la Regla aprobada por la Iglesia".

Los franciscanos seglares intentan hacer presente el carisma de Francisco de Asís en la vida y en la misión de la Iglesia, de modos y formas diversa, pero en comunión vital recíproca. Tratan de observar el Evangelio al modo del Seráfico padre, pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio, buscando la persona viva y operante de Cristo en los hermanos, en la sagrada Escritura, en la Iglesia y en la eucaristía, haciéndose testigos e instrumentos de la misión de la Iglesia entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y la palabra, conformando su modo de pensar y de obrar al de Cristo mediante un cambio interior radical que el mismo evangelio llama " conversión", haciendo de la oración y la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar, imitando la disponibilidad incondicional de la Virgen María, cumpliendo fielmente los compromisos propios de la vocación buscando el justo desapego y purificando el corazón de toda tendencia y codicia de posesión y de dominio, adquiriendo la pureza de corazón para entregarse a Dios y a los hermanos, acogiendo a todos los hombres como hermanos y como don e imagen de Cristo, siendo promotores de iniciativas que contribuyan al desarrollo de la justicia y la paz, considerando el trabajo como don y participación en la creación, redención y servicio a la comunidad humana, viviendo el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida, esforzándose por hacer de ello un signo ya renovado en Cristo, respetando a las otras criaturas. Animadas e inanimadas, que "llevan el significado del altísimo", siendo portadores de paz y mensajeros de la perfecta alegría en toda circunstancia, mientras que injertados en la Resurrección de Cristo caminamos a la casa del Padre (Regl. Cap.II ).San Francisco fundó tres Ordenes: Hermanos Menores (franciscanos), Damas Pobres ( clarisas) y Tercera Orden ( mas de cuatrocientas congregaciones de religiosos/as y seglares (terciarios franciscanos) todos ellos forman la Familia Franciscana.

En el seno de la Familia Franciscana, tiene un puesto peculiar la Orden Franciscana Secular (O.F.S.), la cual como expresa su Regla ( Art. 2) y las Constituciones Generales (Art. 1,3), es una "orgánica unión de todas las fraternidades católicas esparcidas en el mundo y abiertas a todos los seglares en las cuales los hermanos y hermanas, impulsados por el Espíritu a alcanzar la perfección del amor en su propio estado secular, se comprometen mediante la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco según la Regla aprobada por la Iglesia".

Los franciscanos seglares intentan hacer presente el carisma de Francisco de Asís en la vida y en la misión de la Iglesia, de modos y formas diversa, pero en comunión vital recíproca. Tratan de observar el Evangelio al modo del Seráfico padre, pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio, buscando la persona viva y operante de Cristo en los hermanos, en la sagrada Escritura, en la Iglesia y en la eucaristía, haciéndose testigos e instrumentos de la misión de la Iglesia entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y la palabra, conformando su modo de pensar y de obrar al de Cristo mediante un cambio interior radical que el mismo evangelio llama " conversión", haciendo de la oración y la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar, imitando la disponibilidad incondicional de la Virgen María, cumpliendo fielmente los compromisos propios de la vocación buscando el justo desapego y purificando el corazón de toda tendencia y codicia de posesión y de dominio, adquiriendo la pureza de corazón para entregarse a Dios y a los hermanos, acogiendo a todos los hombres como hermanos y como don e imagen de Cristo, siendo promotores de iniciativas que contribuyan al desarrollo de la justicia y la paz, considerando el trabajo como don y participación en la creación, redención y servicio a la comunidad humana, viviendo el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida, esforzándose por hacer de ello un signo ya renovado en Cristo, respetando a las otras criaturas. Animadas e inanimadas, que "llevan el significado del altísimo", siendo portadores de paz y mensajeros de la perfecta alegría en toda circunstancia, mientras que injertados en la Resurrección de Cristo caminamos a la casa del Padre (Regl. Cap.II ).